domingo, 14 de febrero de 2010

ROBERT CAPA EN CORDOBA: PRIMER ANIVERSARIO DE UNOS HALLAZGOS HISTORICOS ( I I )



La revista FV Foto-Video Actualidad en su número 215 de Octubre de 2009 informaba en un extenso artículo escrito por Jose Manuel Serrano Esparza sobre los hallazgos realizados por Antonio Aguilera (muchacho cordobés alumno del Instituto de Enseñanza Secundaria Vicente Núñez de Aguilar de la Frontera) que es quien realmente saca a todos de Cerro Muriano, ya que fue él -tal y como explica Susperregui en la página 100 de su libro- quien a principios de Marzo de 2009 descubrió que la línea de montañas del horizonte de la decisiva fotografía para la identificación del lugar (Foto Fig 69 pág 77 del extraordinario libro catálogo This is War! Robert Capa at War ICP/STEIDL, escrito por el verdadero experto en Capa Richard Whelan, y en la que se aprecia a cinco milicianos rodilla en tierra sobre una loma cubierta de trigo simulando que apuntan sus fusiles contra el enemigo) corresponde en realidad a las sierras de Montilla y Cabra en su zona próxima a Espejo y Castro del Río, y J.M.Susperregui, que a mediados de Marzo de 2009 (gracias a la valiosísima información aportada por Antonio Aguilera, que fue la persona clave del hallazgo de la ubicación de la famosa fotografía de Capa) descubrió que la imagen Muerte de un Miliciano de Robert Capa y el resto de la serie había sido hecha en Espejo y no en Cerro Muriano ni en el Cerro de La Coja (término municipal de Obejo) como se creía hasta ahora, todo lo cual fue verificado por elrectanguloenlamano el 16 de Junio de 2009 en Espejo, localizando la gran loma junto al pueblo en uno de cuyos puntos Capa hizo la foto y tambien las casas blancas que se ven en la imagen, denominadas Cortijo de Casalilla y Los Molinos de Aceite o del Campo, lugares de cuya identificación por parte de este blog fotográfico informamos el 1 de Julio de 2009 :
http://elrectanguloenlamano.blogspot.com/2009_07_01_archive.html

Por su parte, la revista húngara Digitális Fotó Magazin, hoy por hoy una de las mejores publicaciones fotográficas del mundo, publica en su número de Enero/Febrero 2010 un artículo escrito por Jose Manuel Serrano Esparza, miembro de la LHSA, con texto similar al ya aparecido en Revista FV Foto-Video Actualidad y fotografías hechas por elrectanguloenlamano.blogspot.com el 16 de Junio de 2009 en Espejo, en el que igualmente se informa sobre los históricos hallazgos realizados por Antonio Aguilera (el verdadero descubridor de la línea de montañas del horizonte en la foto de Capa con los cinco milicianos como las Sierras de Montilla y Cabra) y Susperregui (que gracias a la decisiva información aportada por Antonio Aguilera se dió cuenta al llegar a la rotonda de Espejo a mediados de Marzo de 2009 de que la foto había sido hecha junto a este pueblo) así como de su verificación el 16 de Junio de 2009 por elrectanguloenlamano.blogspot.com en la décima parte de nuestra investigacion sobre Capa, lo cual significó entre otras cosas que yo estaba equivocado, ya que el autor de los dos citados artículos en FV y Digitális Fotó Magazin siempre había creído que Capa hizo la foto en el Cerro de La Coja, pequeña loma al este de Cerro Muriano y perteneciente al término municipal de Obejo.





Ya anteriormente, Sebastiaan Faber, Catedrático y Jefe del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Oberlin (Ohio), gran hispanista y una de las mayores autoridades mundiales sobre la Guerra Civil Española y su impacto en muy diversos ámbitos, el Exilio Español en México, El Exilio Español en Estados Unidos, Max Aub, Luis Cernuda, Leon Felipe, la novela de la Guerra Civil Española, estudios latinoamericanos de diversa índole, junto con históricos artículos como "La Guerra Civil Española y el nacimiento del Refugiado Moderno", "Diario de Guerra de un Profesor Español", "El Hispanismo Anglosajón y la Guerra Civil Española", y que ha impartido además una amplia gama de cursos relacionados con la cultura española y latinoamericana como El Discreto Encanto de Los Buñuel: Cine Transnacional y Legado Surrealista, Construcción de la Identidad Hispanica, La Vida, Obra y Postvidas de Federico García Lorca, etc, así como cursos especializados de Gramática, Composición y Literatura Española, la pugna universalizadora en las novelas de Javier Marías, e incluso una excelente disertación en torno a la obra de Paul Preston sobre la Guerra Civil Española, etc, había escrito en Diciembre de 2009 un profundo y revelador artículo titulado Truth in The Making: The Never Ending Saga of Capa´s Falling Soldier, en el que explicaba con abundantes datos y argumentos muy sólidos que el verdadero descubridor de Espejo como el lugar en el que Capa hizo la foto fue J.M.Susperregui (gracias a la decisiva información aportada por el muchacho cordobés Antonio Aguilera, la persona clave en el hallazgo) y que fue el blog fotográfico elrectanguloenlamano.blogspot.com quien verificó realmente el hallazgo el 16 de Junio de 2009, identificando tanto la gran loma junto a Espejo en uno de cuyos puntos Capa hizo la foto como el Cortijo de Casalilla y Los Molinos de Aceite o del Campo (las fotos de todos estos lugares hechas por José Manuel Serrano Esparza el 16 de Junio de 2009, aparecieron en el artículo publicado en el rectanguloenlamano.blogspot.com el 1 de Julio de 2009):

http://elrectanguloenlamano.blogspot.com/2009/07/robert-capa-in-cerro-muriano-and-espejo.html

dos semanas y tres días antes de que El Periódico de Catalunya se atribuyera los hallazgos, además de analizar con precisión y rigor muchos aspectos importantes ajenos a cuestiones técnicas y de aparataje, pero intrínsecamente relacionados con esta extraordinaria fotografía:


http://www.oberlin.edu/faculty/sfaber/FallingSoldier.pdf


Robert Capa en Córdoba: Primer Aniversario de unos Hallazgos Históricos (I)


Addenda.-

Tras descubrir (gracias a la decisiva información aportada por Antonio Aguilera) a mediados de Marzo de 2009 al llegar a la rotonda de Espejo que Capa hizo la foto Muerte de un Miliciano en este pueblo situado a 40 km de distancia de Cerro Muriano y el Cerro de La Coja (término municipal de Obejo), Susperregui - tal y como él mismo explica en la pagina 100 de su libro-, debido a la abundante calima existente a mediados de marzo en la zona de Espejo y sus alrededores, que dificultaba la vision de la peña de la Sierra de Cabra, busca el punto exacto en el que Capa hizo la foto, guiándose por la linea de montañas del horizonte en la que la citada peña es la referencia fundamental en la zona izquierda al fondo de la fotografía de Capa con los cinco milicianos rodilla en tierra simulando que apuntan sus fusiles, de tal manera que ubica erróneamente el punto exacto en el que Capa hace la foto como el Cerro del Ventorrillo, que está en el paraje conocido como Llano de Banda (que aparece al fondo de las fotografías Fig 69 pag 77 y Fig 79 pag 85 del mencionado libro catálogo escrito por Richard Whelan), aproximadamente a 5 km de la rotonda de Espejo y que pertenece al término municipal de Castro del Río.

Sea como fuere, la fotografía Muerte de un Miliciano es auténtica y el cambio de ubicación no significa de ninguna manera de modo automático e instantáneo que la imagen sea un montaje. 


De hecho, aunque ha habido varias personas que han proclamado " que han resuelto el enigma de la foto de Capa", la realidad es que ninguno de ellos ha podido demostrar en absoluto que sea falsa y que Capa se inventó la noticia tras ordenar al miliciano tirarse hacia atrás y fingir muerte, lo cual han manifestado con asiduidad, al igual que tampoco ha podido demostrarse la disparatada afirmación de J.M.Susperregui de que Capa hizo la foto con una Rolleiflex de 6 x 6 cm sobre trípode, haciendo posar al miliciano, tal y como sostiene en su libro, cuando en realidad la foto fue hecha con una Leica formato 24 x 36 mm.


Además, fue un muchacho andaluz, Antonio Aguilera el personaje clave en esta historia y el que sacó a todos de Cerro Muriano y el Cerro de la Coja (término municipal de Obejo) con respecto a la ubicación de la famosa foto de Capa, al ser él el primero en identificar las Sierras de Montilla y Cabra que se ven en el horizonte de la mencionada foto de Capa con los cinco milicianos. A partir de aquí, estaba ya claro que la fotografía había sido hecha a aproximadamente 56 km de Cerro Muriano. Este y no otro ni otros fue el punto de inflexión en el cambio de ubicación.


Así pues, gracias a Antonio Aguilera, sabemos que la foto Muerte de un Miliciano no fue hecha en Cerro Muriano.



Además, en la citada fotografía decisiva horizontal con los cinco milicianos (Fig 69 pag 77 del extraordinario libro catálogo This is War! Robert Capa at Work ICP/STEIDL, escrito por el verdadero experto en Capa Richard Whelan) hecha por Capa también en un punto de la gran loma junto a Espejo, aproximadamente el 50% de lo que se ve pertenece a Espejo (loma cubierta de trigo donde aparecen los milicianos, Cortijo de Casalilla -que aparece entre los dos milicianos más próximos a la camara-, parte del Viejo Camino de Espejo - que cruza paralelo al Cortijo de Casalilla- y el Camino de Casalilla) mientras que al término municipal de Castro del Río pertenecen los tres Molinos de Aceite (abandonados desde hace tiempo y de los cuales sólo se conserva uno en aceptable estado), el Llano de Banda que se aprecia en el horizonte justo antes de las montañas y parte del Viejo Camino de Espejo, sin olvidar las Sierras de Montilla y Cabra visibles en el horizonte y que tampoco pertenecen al término municipal de Espejo.

Por otra parte, después de los casi treinta años que han transcurrido desde que el verdadero experto en Capa Richard Whelan inició su investigación sobre la foto Muerte de un Miliciano, sin olvidar las muchas personas que durante bastantes años han investigado esta foto, con mayor o menor éxito y con más o menos medios, nos parece del todo punto desmesurado e insólito el que Fernando Penco Valenzuela ponga tanto énfasis en focalizar practicamente toda la investigación sobre la famosa foto de Capa (cuando resulta que ya sabemos desde hace muchos meses que fue hecha en Espejo) en un punto exacto geográfico medido con coordenadas UTM, aparatos fotogramétricos, etc, y tratar de convencer como sea a todo el mundo de que lo fundamental y lo más importante de todo es el punto exacto de la gran loma junto a Espejo (que se extiende de izquierda a derecha desde la zona superior de la Senda de Hornijero, siguiendo por la Senda de Casalilla, el Camino de Los Molinos -también denominado por los habitantes de Espejo Antiguo Camino de Casalilla-, el Camino de la Saladilla de Sevilla, la Loma de Las Dehesillas, etc, hasta llegar al cementerio del pueblo, y que discurre además de modo paralelo a la calle de Las Regiones Devastadas, el Polígono Industrial Alcaparral y la calle de San Roque) en el que Capa hizo la foto.

En otro orden de cosas, no es la investigación de Fernando Penco la que demuestra que el miliciano de la famosa foto de Capa The Falling Soldier no es Federico Borrell García ni tampoco la que excluye definitivamente el que el miliciano sea dicha persona. Ello es falso. 


La verdad es que quien descubrió que el miliciano de la famosa foto de Capa no es Federico Borrell García fue Miguel Pascual Mira en 2003, al encontrar en el archivo de Alcoy (Alicante) en el número de 13 de Octubre de 1937 de la revista anarquista Ruta Confederal una crónica escrita desde Puerto Escandón (Teruel) por el miliciano anarquista Enrique Borrell García titulada El Compañero Federico Borrell Taíno, en la que relata como el 5 de Septiembre de 1936 vió morir a Federico Borrell García de un disparo en el corazón mientras se hallaba parapetado detrás de un árbol, paisaje que es totalmente distinto al de la famosa foto de Capa. Además, ésto aparece explicado en 2004 en el documental Los Héroes Nunca Mueren de Jean Arnold de 2004, que contó entre otros con la participación de Federico Mayor Zaragoza, Horst Fass y Francisco Moreno Gómez.


Fernando Penco inserta en su PDF Documento 2 esta información descubierta por Miguel Pascual Mira sin citar la fuente, así como inserta el escaneo de la mencionada crónica de Enrique Borrell Fenóllar, sin mencionar tampoco a Miguel Pascual Mira, que es quien realmente descubrió dicha crónica.


Por tanto, quien descubre que el miliciano de la famosa fotografía no es Federico Borrell García es Miguel Pascual Mira y es la investigación de Miguel Pascual Mira realizada en 2003 la que excluye definitivamente que el miliciano sea Federico Borrell García.

En otro orden de cosas, en mi opinión, no deja de resultar sorprendente el que en un artículo aparecido en la Revista Historia de Iberia Vieja nº 56 se diga que el nombre real de Robert Capa era Ernest Andrei Firedman, que con la foto Muerte de un Miliciano comenzó la historia del fotoperiodismo, que el húngaro Robert Capa y la alemana Gerda Taro cubrieron el duelo fratricida con su cámara al hombro (ilustrando el comentario con una fotografía que al parecer se ha de dar por sentado que fue hecha por ambos y en la que aparecen varias mujeres - una de las cuales lleva un niño en brazos-, dos hombres - uno de los cuales, al fondo de la imagen, lleva a otro niño en brazos, mientras a la izquierda de la imagen, el otro va subido en un burro y sujeta a una niña con ambas manos-), que las fotografías de la exhibicion This is War! Robert Capa at Work se expusieron por primera vez en la Barbican Art Gallery de Londres, que Capa y Gerda Taro eran matrimonio, que los milicianos que aparecen en las fotos tomadas en Espejo eran guerrilleros, que el bombardeo de Cerro Muriano fue realizado por aviones bimotores, etc.

Todo lo cual no es cierto.


- El nombre auténtico de Robert Capa no es Ernest Andrei Firedman, sino Endre Ernö Friedmann.


- La historia del fotoperiodismo no nace en absoluto con la fotografía Muerte de un Miliciano de Robert Capa, siendo la figura más emblemática de sus albores el gran Erich Salomon con sus excelentes reportajes en interiores de celebridades sociales, industriales y políticas realizados durante la segunda mitad de los años veinte para las revistas ilustradas Berliner Illustrierte Zeitung ( publicación semanal de altísima calidad fotográfica, en gran medida pionera de un nuevo tipo de ensayo fotografico, que llego a alcanzar una tirada de dos millones de ejemplares en 1930 bajo la dirección de Kurt Szafranski y con Kurt Korff como editor) y Munich Illustrierte Presse (con Stefant Lorant como editor y Fritz Goro como assistant manager) con cámara de formato medio Ernemann Ermanox, placas de cristal 4.5 x 6 cm y objetivo Ernostar 85 mm f/1.8 ultraluminoso para la época y que permitió por vez primera hacer este tipo de fotografía sin utilizar flash, ya que además, las emulsiones de blanco y negro de la época eran de muy baja sensibilidad, en torno al actual ISO 25 (aunque por entonces no había ASA, ISO ni DIN, y faltaban todavía dos años para que comenzaran a ser producidos y vendidos por todo el mundo los fotómetros fotoeléctricos Rhamstine Electrophot, Weston, Avo, Chum, etc, con escalas de velocidad de película, por lo que la mayoría de fotógrafos profesionales utilizaban todavía tres sistemas complementarios de medición de luz: los fotómetros de mano Watkins - sobre todo el modelo Bee - y Wynne Infallibles, actinómetros que incorporaban una guía para la correcta exposición de diferentes placas según la velocidad de las mismas, los tipos de temas a fotografiar así como una amplia gama de condiciones lumínicas, y que medían la luz incidente; los fotómetros "extinction" que aunque medían la luz reflejada y no eran tan precisos, servían para muchos contextos fotograficos, eran más faciles de usar y funcionaban mejor con bajos niveles de luminosidad; y el siempre útil cálculo de exposición basado en la experiencia), sin olvidar a otros legendarios fotógrafos de élite compañeros de Herr Doktor en las citadas publicaciones e igualmente pioneros del fotoperiodismo moderno, como Kurt Hubschmann, Umbo, Tim Gidal, Alfred Eisenstaedt, Martin Munkacsi, Felix H. Mann, Willi Ruge, etc, con su estilo incisivo y realista, aunque desde un punto de vista práctico el fotoperiodismo ya había eclosionado durante las dos ultimas décadas del siglo XIX con la llegada de innovaciones tecnológicas tanto en impresión como en fotografía que permitieron el lanzamiento de publicaciones que incluían reportajes de todo tipo, historias y noticias profusamente ilustrados con fotografías, de tal manera que pudo dejarse atrás la etapa entre mediados del siglo XIX y 1880 con prensas que únicamente eran capaces de realizar impresiones a partir de fotos reinterpretadas mediante grabados antes de ser publicadas.


Así ocurrió con los considerados primitivos pioneros del fotoperiodismo: Roger Fenton con sus fotografías de la Guerra de Crimea (1853-1856), el rumano Carol Szathmari que hizo también fotos de la Guerra de Crimea, William Simpson (muchas de cuyas imágenes aparecieron en el Illustrated London News), Mathew Brady con sus fotos hechas durante la Guerra Civil Americana y publicadas por Harper´s Weekly, Alexander Gardner (con sus famosas fotografías tomadas en 1862 en Fredericksburg y en 1863 en Gettysburg durante la Guerra Civil Americana, así como retratos del Presidente Abraham Lincoln), Felice Beato (que realizó fotografías con su cámara de gran formato 10 x 12 pulgadas -25.4 x 30.48 cm- en Malta en 1850, reportajes bélicos en la zona de Balaklava y la caida de Sebastopol en 1855 durante la Guerra de Crimea tras la marcha de Roger Fenton, así como en la India en 1858 durante el Gran Motín de la Primera Guerra de Independencia, en Jerusalén y Grecia en 1857, en China durante la Segunda Guerra del Opio en 1860, en Japón entre 1860 y 1864 durante el Período Edo, aplicando de manera excelsa técnicas muy refinadas de la ancestral escuela japonesa de acuarelistas y grabadores al bog para colorear muchas de sus fotografías, obteniendo formidables resultados, en Korea en 1871, entre 1884 y 1885 en Sudan, y entre 1888 y 1899 en Birmania), Timothy O´Sullivan (otro de los fotógrafos destacados durante la Guerra Civil Americana y que también hizo fotografías en 1870 en Panamá durante los estudios previos a la construcción del Canal), Jimmy Hare (que fotografió la Guerra Hispano-Norteamericana de 1898 en Cuba y la Guerra Ruso-Japonesa en 1904 para la revista semanal Collier´s, así como el terremoto de San Francisco en 1906, campañas presidenciales en Estados Unidos, la Revolución Mexicana en 1911), etc, lo cual fue seguido en 1880 por la reproducción de fotografías de noticias mediante el revolucionario sistema de medio tono iniciado por el diario Daily Graphic en Nueva York (que permitía unos niveles muy superiores de calidad fotográfica a la hora de reproducir las imágenes en las publicaciones ilustradas de la época, además de agilizar enormemente el trabajo, sobre todo a partir de 1897 en que las máquinas de impresión pudieron trabajar mucho más rápido con medios tonos que con las láminas grabadas), aunque el gran gran promotor y difusor del medio tono a nivel mundial fue la soberbia revista ilustrada Berliner Illustrierte Zeitung que lo utilizó masivamente a partir de 1890.

Ello permitió junto con la invención del polvo de magnesio (cuya ignición hacía posible utilizarlo como fuente de iluminación artificial en interiores cuya luz ambiente era muy tenue, produciendo una luz muy intensa que se extendía por toda la zona) en 1887 la llegada de nuevos fotoperiodistas que iniciaron el género de la fotografía informal en interiores (hasta entonces inviable por la baja luminosidad tanto de los objetivos como de las películas químicas de blanco y negro) como Jacob Riis con su gran obra How the Other Half Lives. Y la aparición de la telefotografía en 1921 contribuyó también poderosamente a catalizar el fotoperiodismo, ya que permitió la transmisión de imágenes casi a la misma velocidad que la difusión de las propias noticias.


Y tampoco hay que olvidar a otros dos grandes pioneros del fotoperiodismo y buques insignia de la etapa inicial de la Agencia Dephot en Berlín (fundada en 1928 por Simon Guttman y Alfred Marx) : Harald Lechenperg, que hizo reportajes fotográficos entre 1929 y 1933 para Zeitschriften, Atlantis, Die Woche, Die Dame, Berliner Illustrierte Zeitung y National Geographic (sobre todo fotografías durante los largos viajes que realizó a Asia Central y Africa) y Walter Bosshard, que hizo grandes reportajes para Atlantis, Vu, Berliner Illustrierter Zeitung, Schweizer Illustrierter Zeitung, Neue Zurcher Zeitung, National Geographic, etc, en especial las imágenes que obtuvo en Asia durante su estancia en Tibet y Turkestán en 1930 y siguiendo al Mahatma Gandhi por la India en 1931.


A destacar también la etapa inicial como pioneras fotoperiodistas de dos fotógrafas de talla mundial: Eva Besnyö (que realizó fotografia documental en 1929 -fotografiando con una de las 2500 cámaras Rolleiflex Original K1 611 binoculares de formato medio para película de 120 con objetivo Zeiss Tessar 75 mm f/4.5 fabricadas por Franke & Heidecke entre Enero y Julio de dicho año- a trabajadores de muelles descargando carbón de grandes barcazas, asi como a indigentes en Pest durmiendo en bancos y a campesinas que trabajaban en pueblos cercanos) e Ilse Bing, "The Leica Queen", con sus ensayos fotográficos para el suplemento semanal de la revista de noticias hecha en Frankfurt Das Illustrierte Blatt durante 1929 y 1930 realizados con camara telemetrica Leica 1 (Model A) y objetivo retráctil Leitz Elmar 50 mm f/3.5, además de ser una histórica catalizadora de la fotografía como medio de revolucionar el lenguaje visual, consiguiendo captar magistralmente momentos fugaces de la vida cotidiana mediante fotografías con iluminación ambiente que constituyen sutiles estudios de luz y sombras profundas.


- La citada fotografía en la que se ve a siete mujeres (dos de ellas con sus rostros fuera de imagen y de las cuales solo se aprecia su brazo derecho), dos hombres y tres niños pequeños, a las afueras de Cerro Muriano, durante la sobremesa del 5 de Septiembre de 1936, huyendo del bombardeo del pueblo que estaban realizando en esos momentos los aparatos de bombardeo ligero y reconocimiento Breguet XIX franquistas que habían despegado desde el aeródromo de La Electromecánica (situado al oeste de Córdoba capital, en las inmediaciones de Medina Azahara) no fue realizada ni por Robert Capa ni por Gerda Taro.


Fue hecha por Georg Reisner aproximadamente a las 15:30 h de la tarde y las mujeres, ancianos y niños que aparecen en la foto se dirigen hacia la Estación de Obejo y El Vacar.

Algunos cientos de metros más adelante, Georg Reiner hizo otra fotografía aun mas dramática, aparecida en el nº 445 de la revista francesa Vu del 26 de Septiembre de 1936 y reproducida en formato cuadrado, en la que aparece una madre angustiada y aterrorizada, muy cerca de un poste telegráfico, que camina también hacia la Estación de Obejo y Cerro Muriano siguiendo la vía ferrea Cordoba-Almorchón con sus tres hijos muy pequeños, dos de los cuales avanzan delante de ella, mientras la madre con uno de sus niños en brazos, mira hacia atrás atemorizada para cerciorarse de que no hay peligro.


- Las fotografías de la exhibición This is War! Robert Capa at War no se expusieron por primera vez en la Barbican Gallery de Londres (que tuvo lugar entre el 17 de Octubre de 2008 y el 25 de Enero de 2009), sino en el ICP de Nueva York entre el 26 de Septiembre de 2007 y el 6 de enero de 2008.


- Capa y Gerda Taro nunca se casaron.


- Los milicianos anarquistas de la CNT y la FAI que aparecen en las imágenes no son en absoluto guerrilleros, ya que la guerra de guerrillas se caracteriza por hostigar al enemigo en su propio terreno mediante ataques rápidos en los que el factor sorpresa es fundamental frente a fuerzas superiores en número. Es decir, habitualmente los guerrilleros están en muy clara inferioridad numérica frente a ejércitos invasores o estatales que cuentan con un número de hombres y medios generalmente mucho mayor.


Los hombres de la CNT y la FAI que aparecen en las fotos tomadas por Capa con su Leica III (Model F 1933-1939) de 35 mm con objetivo Leitz Summar 50 mm f/2 y Gerda Taro con su Rolleiflex Standard K2 Model 622 de formato medio cuadrado 6 x 6 cm con objetivo Carl Zeiss Jena Tessar 7,5 cm f/3.8, son milicianos que ocupan posiciones defensivas en trincheras ubicadas en torno a Espejo, y se suman a fuerzas regulares de soldados republicanos y otras unidades formadas sobre todo por milicianos andaluces que también defienden el pueblo ocupando posiciones defensivas en otras zonas.


Todos ellos están bajo el mando del comandante Pérez Salas, un oficial republicano de notable preparación y enorme pericia en el manejo de la artillería.


Las fuerzas republicanas que defendían Espejo eran muy numerosas, superiores en número a las fuerzas franquistas que les atacarían aproximadamente dos semanas y media después de ser tomadas las fotos por Capa y Taro, el 23 de Septiembre de 1936 (siendo el comandante franquista Baturone frenado a dos kilómetros de Espejo por el muy nutrido fuego de fusil y de artillería de numerosos milicianos y soldados republicanos regulares, que fue dirigido con gran precisión y determinación por el comandante Pérez Salas, que sabía perfectamente que si el tabor de regulares de Melilla mandado por Baturone conseguía aproximarse a Espejo, sería imposible evitar la maniobra envolvente de la durísima infantería de choque marroquí, en 1936 desde un punto de vista militar la mejor del mundo, especialmente en la lucha en terreno con abundantes cerros y cotas, con lo cual los milicianos que defendían Espejo, pese a su elevado número, estaban en clara inferioridad de cara al combate, ya que se enfrentaban a tropas muy profesionales, con muchos años de experiencia en despiadada guerra colonial en Africa durante los años anteriores -en especial sus mandos, que tenían una enorme capacidad de adaptación en tiempo real a circunstancias adversas-.


Si a ello añadimos que los milicianos procedían de profesiones comunes como fontaneros, electricistas, zapateros, mecánicos, campesinos, albañiles, peluqueros, ferroviarios, mineros,etc, sin prácticamente instrucción militar, entrenamiento con las armas, etc, entenderemos la naturaleza muy desigual de la lucha, que si se prolongó mas de lo esperado por las fuerzas franquistas, se debió sobre todo a la citada pericia y determinación en la defensa del comandante Pérez Salas, que sabía a lo que se enfrentaba y cual sería el factor decisivo que decidiría la batalla: los tabors de regulares, junto con la legión la mejor infanteria de choque existente en aquellos momentos.


Y así ocurrió. La inmensa mayoría de tropas republicanas, tanto los soldados regulares fieles a la República como especialmente los milicianos anarquistas, defendieron Espejo con bravura, pese a lo cual la mayoría de ellos fueron aniquilados a partir del 24 de Septiembre de 1936, cuando las columnas franquistas bajo el mando de los comandantes Sagrado (escuadrón de regulares de Melilla, batallón Gran Capitán, dos centurias de Falange, un escuadrón de voluntarios de Córdoba, una sección de zapadores, una sección de guardias civiles y una batería de 75 mm) y Baturone (tabor de regulares de Melilla, una sección de zapadores, 100 requetés, una sección de guardias civiles, parte del Regimiento de Cádiz y una batería de 105 mm), consiguieron tras hacer amplio uso de artillería y aviación, lo que llevaban intentando desde el día 23 de Septiembre: la unión de ambas columnas tras duros combates en las proximidades de Espejo, preparándose para el asalto definitivo al pueblo que se inició al día siguiente, 25 de Septiembre de 1936, cuando la infantería marroquí del escuadrón y tabor de regulares de Melilla realizó rapidísimos movimientos diversivos junto con otros de intento real de envolvimiento de la cota 380 que fueron respondidos con fuego a granel por los milicianos y los soldados regulares republicanos desde posiciones más elevadas.


Dió comienzo la carnicería. Las mias (pequeñas compañías de tabor de regulares) no podían envolver. El fuego republicano de fusilería a granel y la artillería republicana manejada con impresionante pericia por el comandante Pérez Salas causan muchas bajas entre los soldados marroquís de tabor de regulares, cuya maniobra envolvente es necesaria como factor previo para que el resto de fuerzas franquistas puedan sumarse al ataque sobre el casco urbano del pueblo, de tal manera que Sáenz de Buruaga, que tiene el mando global de las columnas de Baturone y Sagrado, ordena a la 1 de la tarde un ataque preparatorio previo al asalto definitivo por parte de la aviación y la artillería, que comienzan a bombardear el pueblo y sus estribaciones este, añadiendo además una pieza de grueso calibre de 155 mm.

Pese a las muchas bajas sufridas, la altísima moral de combate de los soldados marroquís hace que sigan avanzando, metro a metro, entre una lluvia de balas, hasta que el escuadrón de regulares ataca por el noroeste las debilitadas defensas republicanas bombardeadas por la aviación franquista, neutralizando su artillería y matando a los oficiales republicanos que defendían las piezas, que lucharon valientemente hasta morir.

A partir de este instante, logicamente, los milicianos, al ver perdida la batalla, fueron presa del desánimo y cundió el panico, siendo arrolladas las trincheras y huyendo los que pudieron salvarse, entre ellos el comandante Pérez Salas, mientras el castillo de Espejo, último reducto republicano en el pueblo, fue tomado por asalto con granadas de mano y a la bayoneta.


El balance final fue de 74 muertos en el bando franquista y aproximadamente 300 en el bando republicano.


Guerrilleros fueron Juan Martín Díaz El Empecinado, El Cura Merino, los soldados del Vietcong, las harkas de Abdelkrim contra las tropas coloniales españolas y francesas en Marruecos con profusión de francotiradores ocultos que desde larga distancia causaban bajas con disparos muy precisos, los partisanos yugoslavos durante la II Guerra Mundial, la guerrilla salvadoreña del FMLN, etc.


También fueron guerrilleros los integrantes de la guerrilla antifranquista posterior a la Guerra Civil Española como Bernabé López Calle, conocido como El Comandante Abril (muerto en 1949) y Pablo Pérez Hidalgo, conocido como Manolo el Rubio, que operaron respectivamente durante los años cuarenta en las zonas de Sierra de Grazalema, Ronda, Campo de Gibraltar y Málaga, o Manuel Ponte en Galicia (muerto en 1947).


Así pues, los milicianos anarquistas que aparecen en las fotografías tomadas por Robert Capa y Gerda Taro en Espejo, no eran guerrilleros, sino hombres civiles armados ocupando posiciones defensivas estáticas en forma de trincheras y encuadrados en una especie de Ejército Popular heterogéneo, formado por milicianos de la CNT y la FAI, campesinos procedentes de diferentes provincias, soldados regulares fieles a la República, voluntarios de otros países, etc, que fue la tónica predominante durante la Guerra Civil Española entre julio y Septiembre de 1936, período en el que las milicias populares tuvieron en gran medida el poder en las zonas en las que la sublevación militar contra el gobierno de la Republica no triunfó, hasta que desde comienzos de octubre de 1936 y sobre todo a partir de 1937, los dirigentes republicanos decidieron suprimir las milicias y reencuadrarlas en unidades regulares del nuevo Ejército Popular Regular, una reorganización que no se completaría hasta mediados de 1937 y que alcanzaría su máxima operatividad durante la Batalla del Ebro en 1938.


Incluso en el caso de que los milicianos hubieran querido actuar como guerrilleros - lo cual evidentemente no fue el caso en Espejo- realizando incursiones contra las tropas franquistas, no les habría sido posible, ya que la movilidad, experiencia en combate y manejo de las armas por parte de las tropas marroquís de tabor de regulares era muy superior, con lo cual habrían sucumbido rápidamente.


- Los aviones franquistas que llevan a cabo el bombardeo de Cerro Muriano no son bimotores. Son aviones biplanos monomotores de bombardeo ligero y reconocimiento Breguet XIX con tren fijo y biplazas, equipados con una ametralladora Vickers fija en la zona delantera del calibre 7.7 mm y dos ametralladoras moviles Lewis calibre 7.7 mm en la zona trasera manejadas por el ametrallador del avion.

Las bombas que lanzaron sobre Cerro Muriano eran de unos 50 kg, por lo que su efectividad era bastante reducida como comenta el propio Franz Borkenau en su obra El Reñidero Español, pero obviamente provocaron el pánico entre la población civil que huyó precipitadamente del pueblo en dirección noroeste hacia la Estacion de Obejo y el Vacar.


El 5 de Septiembre de 1936, no había en la zona bombarderos bimotores en liza por parte del bando franquista.


El único aparato utilizado como bombardero por ambos contendientes en la provincia de Córdoba en aquellos momentos era el Breguet XIX monomotor biplano (si bien la aviación republicana contó también con un número muy reducido de los aproximadamente veinte bombarderos bimotores biplanos pentaplazas Potez 540 que habían sido comprados a Francia por el Gobierno de la República Española y que se mostraron muy ineficaces), mientras que el caza utilizado tanto por republicanos como por sublevados era el monoplaza monomotor Nieuport 52 equipado con dos ametralladoras de 7.7 mm (si bien la aviación franquista contó tambien en Córdoba desde el 20 de agosto con cazas biplanos monomotores italianos Fiat CR-32 "Chirri" equipados con dos ametralladoras Breda-SAFAT de 7.7 mm ubicadas sobre la cubierta del motor y la republicana con un número muy reducido de cazas monoplanos monomotor Dewoitine D.372).


Hasta noviembre de 1936 no apareceríaan los cazas Polikarpov I-15 "Chatos" y los Polikarpov I-16 "Moscas" y hasta finales de octubre de 1936 no entraría en escena el bombardero monoplano bimotor Tupolev SB-2 "Katiuska", los tres en la aviación republicana.


- Por otra parte, no constituye primicia informativa alguna el decir que el lugar donde Capa hizo la foto era una era surcada de trincheras en la que habían instalado alguna que otra tienda o casamata de lona, ya que esta información aparece en el Capítulo 9 de la investigación de elrectanguloenlamano sobre Robert Capa en Cerro Muriano y Espejo, en nuestro texto relativo a la fotografía hecha por Robert Capa que aparece en la página 61 del libro catálogo This is War! Robert Capa at Work ICP/STEIDL y en la que se ve a once milicianos y un jefe anarquista de mayor edad - tras ellos, con gorra de plato militar y que tiene poder sobre los hombres de la CNT y la FAI- de pie sobre la trinchera (tres de ellos blandiendo sus fusiles agarrándolos con la mano izquierda - el primero, segundo y tercero comenzando desde la izquierda de la imagen-, mientras siete de ellos -el cuarto, quinto, sexto, octavo, noveno y décimo primero comenzando desde la izquierda- levantan sus fusiles asiéndolos con la mano derecha).


Todos estos milicianos llevan fusil Mauser Modelo 1893 calibre 7 x 57 mm, con la excepción del tercer hombre empezando desde la izquierda, que lleva un Mosquetón Mauser 1916 calibre 7 x 57 mm y que es el segundo miliciano que será impactado por bala.


El primer hombre a la izquierda del todo de la imagen es el primer miliciano que morirá poco después, de modo totalmente inesperado, debido al impacto de una bala del calibre 7 x 57 mm que le atraviesa el corazón.


Pues bien, con referencia a esta fotografía que aparece en tamaño 21.3 x 15.9 cm en la página 61 del citado libro catálogo, elrectanguloenlamano ya informó el 21 de Junio de 2009 en el Capítulo 9 de nuestra investigación sobre la presencia de tiendas de campaña en el lugar, y comentamos que a la derecha de esta imagen (que aparece también en la pagina 31 del libro Capa:Cara a Cara de editorial Aperture) se aprecian tres grandes postes de madera y una tienda de campaña tras ellos, al tiempo que se observa otro poste de madera al fondo, tras la mencionada tienda de campaña.


Además, en el citado capítulo 9 de nuestra investigación, informábamos también de que dicha tienda de campaña y los grandes postes de madera que la sujetan son igualmente visibles en el contacto del negativo de 35 mm Kodak Eastman panchromatic de nitrato -expuesto por Capa en Espejo con su Leica III (Model F 1933-1939) conectada a un objetivo Leitz Summar 50 mm f/2 no revestido- número 20, tercera imagen de la segunda tira de negativos, que aparece en la pagina 67 del soberbio libro/catálogo This is War! Robert Capa at Work escrito por el verdadero experto en Capa Richard Whelan. Tal tienda de campaña y los tres grandes postes de madera aparecen en este contacto numero 20 al fondo de la imagen en la que siete milicianos alcoyanos de la CNT y la FAI y un soldado republicano regular con casco de metal están apoyados sobre el borde delantero de la trinchera simulando disparar contra tropas franquistas.



Texto y fotografias en color inscritos en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid. Copyright Jose Manuel Serrano Esparza. LHSA